El 17 de Febrero se presentó la exposición Black Box, de Hiroshi Sugimoto, en la que se propone un recorrido por algunas de sus series fotográficas más conocidas, en este caso: Seascapes, Portraits, Theaters, Dioramas y Lightning Fields. Sugimoto nació en Tokio en 1948 y es en 1970 cuando se traslada a Estados Unidos para estudiar fotografía. Es un artista multidisciplinar, trabaja con la escultura, la arquitectura, la instalación y la fotografía.
El acto se celebró en la Sala Fundación Mapfre, Casa Garriga i Nogués, con la presencia de Pablo Jiménez Burillo, director de la Fundación Mapfre; Philip Larratt-Smith, comisario de la exposición; y el artista japonés, Hiroshi Sugimoto. Las fechas de visita a la exposición son del 19 de febrero al 8 de mayo.
El comisario Larratt-Smith nos presenta a Sugimoto como uno de los grandes artistas del momento, con palabras suyas, “el maestro de la impresión” que ha reiventado la fotografía tradicional. Sobre Black Box nos explica la idea del tiempo, el orígen del ser humano y, por lo tanto, la importancia del pasado. Captura una realidad nueva cuestionándose la realidad conocida.
Al tomar palabra Sugimoto, nos explica como surgió la idea del título de la colección Black Box. Según el artista, hace mención a las cámaras antiguas, a las cajas negras de los aviones, e incluso compara el estado en el que se encontraba trabajando en su taller, entre la oscuridad y el silencio. Asimismo, para reflejar la esencia de su obra nos pone como ejemplo una de sus series “Seascapes”, pues en palabras del artista “los océanos elevan la mente hacia otro lugar”, el concepto del horizonte, del infinito que podemos ver en estos paisajes del mar.
Concluye con la importancia que le da a la fotografia como herramienta del arte contemporáneo, transformándola en una máquina del tiempo. Para acabar dió un guiño a la Ciudad Condal con el comentario de que Barcelona, con sus edificios modernistas, como en el que nos encontrábamos, le servía de inspiración.
Miriam Gómez y Aida Navarro